En mayo 30 de 1999, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) secuestró en la iglesia de La María en Cali a 167 personas. Fueron llevados a las selvas húmedas, a Los Farallones de Cali. Ahí los dividieron en grupos, uno de ellos de once personas: ocho mujeres y tres hombres.

Con Melitza, Rossana, Isabela, Silvia, Diana, Clemencia y Pilar logré contactarme después de su secuestro. En su lucha por sobrevivir, estas siete mujeres tallaron piedras y coleccionaron insectos. Nada de esto lo dejaron olvidado en la selva. Tampoco la olla donde se alimentaron, ni el trapo rojo que el grupo entero usó como toalla durante el secuestro.

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Con estos objetos, se resisten a olvidar.